martes, 14 de diciembre de 2010

Arauco tiene una pena liberal


Muerde la mano del que te da de comer mal y te conmina a agradecer, muérdela por hacerte sentir su caridad, por atribuirse el poder de darte migas de lo que es de ambos. Inflámate, ya es hora, impaciéntate y diversifícate más como estrategia para que no te distinga, para que no te pueda encajonar en nichos silentes, que su índole siempre tuvo problemas con la diferencia. Toma la palabra y danos el gusto de la verdadera memoria del copihue, esa oral, la que no te dejaron escribir pero puedes cantar sema por sema, calla al pervertidor de relatos, que nadie te suponga, que nadie siga calumniándote el nido. Desborda el equívoco cauce de las instituciones umbrías y todos sus subsistemas de aplauso y show. Qué sí incumbe ruge, increpa, brama, que todo incumbe al solidario espútales en la cara. Que les sean escándalos tus recuerdos del futuro. Anda, puebla el copioso suelo con interés y la cabeza hacia las nubes; desmiente lo inexorable; rompe el contrato maldito, haz challas con él para festejar el nuevo acuerdo y enséñale que estás más allá del desquite. Óyete ayer clamando por evitar lo que hoy te ha pasado y llora la visión de este ahora: tu imagen aterida, ¡cómo no vas a lagrimar!, pero no mengues en arrepentimientos, no llores sin liar y mutar el tiempo. Que Aruaco pierda el miedo, que desmienta la palabra liberal y todo su prestigio, que es de la libertad un plagio abyecto, un mal uso, un burdo abuso del campo semántico y de la historia pudenda de la colonia subcontinental.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Antropoceno


La muy exigua parte del porciento,
imperceptible integrante del enorme hato,
un micrón midiendo el paralelo 0,
la cuadragésima sexta centena de trillón de la colonia de amebas,
una a de la Biblia,
cristal de sal,
y para adentro de la morfología cada una de las células
adolesciendo de aún más minúsculidad.
Así haz la cuenta y dime, si somos miniatura
¿de qué soberbia provino ese nombre?
“antropoceno”
¿de la muerte de la sinapsis?
¿de qué científico complejo occidental?
Es una tontonimia,
ni siquiera un pleonasmo,
una percolación de la estupidez egoteórica al lenguaje.
Antropoceno: era de la automitomanía,
de la obsesión por catastrar la incontabilidad,
de la astigmatica negación de la otredad natural,
del miedo a sabernos de Lilliput,
del temor a conectar
lo menor con lo mayor que es menor de otro mayor, que es de otro mayor menor.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Newén


Es fuerza que no puede hallarse en una sola palabra de occidente, es palabra aglutinada, cientos de verbos, sustantivos y adjetivos dan ser a su cuerpo, palabra aglutinada y a la vez aglutinante como la lengua que le da nombre; es aquello más que palabra, aquello que el winka obvia nombrar y poseer pero también posee, es ese impulso, ese entusiasmo, es el aliento sagrado que mueve la carne y también la madera, es eso que susurra la forma del tótem, es esa electricidad que actúa lo mismo en el Wenumapu que aquí en la Tierra. El Newén dicta las notas y en ellas se regocija, a través de la música une los humanos sentimientos con los divinos presentires, sólo el Newén en la música es capaz de hacer esa unión. Es el poder y su registro, es la actitud creativa y habita en lo creado, es la motivación a amar las cosas y el mismo amor. Es el halo insuflado por los antepasados para prestarnos su experiencia. Bendito Newén que te me has dado a conocer en mi austral exilio, me lates como órgano, te reconozco y te agradezco por el deseo; bendito Newén que me has hecho madre de carne y de versos, para los dioses por tu vía mis ofrendas.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Anatomía positivista


Si he de diseccionar, si soy la desconexa

entonces he de privilegiar;

como a toda mirada que corta

también se me antojan jerarquías

esta vez, veamos, del listado corporal.

Los ojos no, por dependientes de la luz,

por adherir a los visibles obviando lo que no está.

Sí la cavidad del vientre, nicho de gestas, cajón de guardar.

Los muslos no porque se bifurcan

obligando a optar entre izquierda y derecha

o, en su caso, a turnar

y en los intersticios temporales (los de los turnos)

se oportunan los malos soplos.

Sí su vértice, a la cuenta multiplicador:

uno que cuando a- coge dos,

un primo tres si cuenta el conjunto como unidad.

La boca que habla, ríe, besa, grita, suspira, calla, discursa; no,

por orquestal

y no por peligrosa hueca con voz.

Los pies sí, sobre todo el diestro

en honor al hemisferio izquierdo,

sí los pies porque arrastran la colección de órganos

y lo hacen guardando ritmo, alegre compás.

La nuca sí por silla turca,

caprichosamente por tal nombre,

sí por literario, por estético el asentamiento glandular.

Cuello y espinazo por la actividad eléctrica sí;

por vías del rayo microósfero sin trueno sí.

El estómago no por asustadizo, por ácido, por ruidoso,

no, por aceptar cualquier cosa, hasta lo que le hace mal,

y luego desagradecido o agradecido

tener que devolverlas incomibles ya.

El hígado sí por cedazo,

solamente por tener criterio para filtrar.

Nalgas, pulmones y senos no,

por pares, por eso mismo de escindir atenciones.

La nariz sí, por aspirante y con memoria ella.

He ahí para esas piezas seleccionadas

que me discrimino la ergonomía.

domingo, 22 de agosto de 2010

¿Dónde comes?

Lo que sale de la boca,
para afuera,
las palabras,
han de estar medidas por el silencio.

Lo que entra a la boca,
desde afuera,
alimentos de todo tipo,
han de estar medidos por el carácter.

¿De qué mano te alimentas?
pregunta,
presta cuidado
a lo que usas para llenar la boca.
Busca tu propia cena,
verbos apropiados
no todo es de ti,
ni te será digerible.

Venenos hay,
atragantos,
inanición
sentencias indigestas.

jueves, 5 de agosto de 2010

La Poesía es un arma cargada de futuro


Hermosísimo texto de Gabriel Selaya, hecho canción por Loquillo y los trogloditas, banda ochentera, otro gracias a Lorena!!


Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmado, como un pulso que golpea las tinieblas, cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades. Se dicen los poemas que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, piden ser, piden ritmo, piden ley para aquello que sienten excesivo. Con la velocidad del instinto, con el rayo del prodigio, como mágica evidencia, lo real se nos convierte en lo idéntico a sí mismo. Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica. Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. Estamos tocando el fondo. Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse. Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren y canto respirando. Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas personales, me ensancho. Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, y calculo por eso con técnica qué puedo. Me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otros a España en sus aceros. Tal es mi poesía: poesía-herramienta a la vez que latido de lo unánime y ciego. Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho. No es una poesía gota a gota pensada. No es un bello producto. No es un fruto perfecto. Es algo como el aire que todos respiramos y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos. Son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado. Son lo más necesario: lo que no tiene nombre. Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

viernes, 23 de julio de 2010

En la Sebastiana o las cosas

Por decir un parecer no coincido,
no con el gusto por la pertenencia.
Sí el arte, los artífices y no el artificio
del precio que mueve al aprecio de las cosas;
no, no con el tener muy ansiado
que estimula al coleccionista voluntarioso
lo mismo que al ludópata o al simple ambicioso.
Por discurrir una conjetura no comparto,
no si el fetiche es cosa y luego será acumulada.
El museográfico, de los valores de la materia,
sólo es lo que la pieza tiene impregnado de humano;
el poeta parece que se daba cuenta.
Diré por probar alguna opinión,
que era buen oficiante, buen operario de letras,
pero suerte también tuvo
y por eso plata para rebuscar posesiones;
parece que sintió lo vergonzante de quererlas
y les hizo odas para quitarles lo cosa;
el poeta las quiso volver significantes,
en derroche ontológico les da propiedades trascendentales,
el poeta les pone nombres, las vuelve singulares, conceptuosas;
tal vez quiere prolongarse,
salvar un poco en ellas
el desecho insalvable que será su cuerpo propio,
salvarse en ellas de la no pertenencia
en la que terminarán sus mismos versos universalizados.
El sillón de cuero se llama "la nube"
y deja de ser un confortable sillón cualquiera,
yo hasta pagué por verlo, es un sillón con suerte,
con la suerte del mismo poeta,
sillón que alojó un culo laureado.

II

Ya que ando en juicios,
me iré más con el valor momentáneo,
el de la sucesión de perecibles,
el sin precio de las obras naturales
que no se poseen porque mutan
frente a uno o a ninguno son y no se pertenencen,
si acaso es el tiempo, se prestan solo un rato,
media su disfrute la paciencia y el ojo fotográfico.
Ese cielo y ese mar, la vista de ellos,
viene siendo la no cosa más valiosa de la casa,
pero este valor hay en las ventanas de la Sebastiana
y en cualquier otra menos famosa ventana
de las que se enciman en el cerro.

domingo, 4 de julio de 2010

¿Para qué sujetarla a comprobación?


No será el asunto el fundamento,
el duelo entre realidad e ingeniería,
en cualquier historia queda noticiado lo sido
y también queda ahí nacido lo que no ha sido.
Memorial o hechura da lo mismo
para el propósito de la narradora
que no es el arrullo de sultanes
sino reunir en obra colectiva
a todas las mujeres que forman una Sherezade.
Un irse contando y a la vez produciendo,
honestos ser y querer ser que salvan de la trampa,
del encierro implícito al asignarse un único rol lítico;
la historiante no es sólo trapecista, laboratorista,
jinetera, heladera; puede ser cada una y todas ellas,
más que la actriz un rol de roles, porque hace los guiones.
Se bitacora lo vivido y las visiones
con igual derecho de espacio e híbrida preponderancia
para poder ser las que se quiera.
La cuentista no tiene rigurosidades científicas
tratándose de las historias que le palpitan
por eso en rigor no existen cosas tales como las biografías,
ni siquiera esas tipo auto.

sábado, 12 de junio de 2010

La aspiradora


Tenía nombre y función de electrodoméstico y algún día fue señorita. De cuarenta a cincuenta centímetros de largo, medían los costados vellosos y con pintas blancas de sus extremidades succionadoras, mangueras que sin siquiera tocar podían extraer el hálito vital de cualquier niño. Con predilección por los más pasionales, amilanaba y sobresaltaba con absorciones descalificantes; aborrecía a los rozagantes, a los oriundos, a los satisfechos, a los contentos y a los exuberantes, a todos los que por rasgos personales tienden a la efusión, ya que eran sus más polares. Tres articulaciones amarillentas junto a la cabeza sobrecogían de entre las demás pálidas mangueras por su poder sobre los esfínteres de las criaturas impresionables. Trepadora, semejante a oruga o larva, era la visión de su mueca sonrisa, macabro gesto forzado que asolaba y astringía cualquier alegría espontánea. Solía poner sus huevos de espanto en las camas que ocupaban los niños que se quedaban encargados por sus padres a alojar; camas que enfundaba de sábanas que luego tuviera que quemar por sucias; niños que solían pasar la noche clamando por que viniera el cuco ya que era preferible preocuparse por el etéreo figurado que dormir cerca de ella, amenaza de cuerpo presente; cuerpo éste que en visión general recordaba por su aspecto a una capucha cónica con tentáculos colgantes en sus bordes. !Ay¡ qué asustaba la adusta, qué secaba la marchita, qué drenaba ganas con su boca arruga hosca, rígida, estrecha, acre, agria, verdosa, que si decía algo, profería un idioma en el que todas las palabras significaban náusea, había palabras que la virulenta más parcial pronunciaba como arcadas, palabras como deseo, apetito, arrebato, ardor y todas las que refieran a catres, camas y otras horizontalidades; esos sus ojos de zoom para las manchas y los pecados, parecían ojos en los ojos como los de las moscas; esa cara de asco con que veía, era la única que tenía, aunque a veces también veía con cara de ascosidad. ¿Qué le habrá hecho la vida expiar para encomendarle la ingrata tarea de escamar con la vista a los pequeños? La muy Herodes achicaba, apocaba, languidecía y consumía energías infantiles. Temida, acongojaba todas las visitas sociales… cuidado y una mano niña que por sudor de miedo chorrea la tierra de la palma, toque una de sus prístinas paredes blancas; cuidado la opresión del corazón y la dificultad de respirar hagan orinar su alfombra mil veces aspirada, y, !esos zapatos viejos mal lustrados y desamarrados ya le están encrespando los tentáculos¡... niña, que si hoy te has bañado, preguntaba cerrando las ternillas de la nariz, que si los dientes una carie alojan ya te la quisiera sacar con lejía, que si pudiera obligaría a todos los hombres a lavarse el sexo con guantes y escafandra por cosa tóxica, asquerosidad podre que desinfectar sin rozar.
Dicen que era así porque nació inmediatamente después de una que eclipsó toda su palanqueta de afecto, pan que se supone viene en las guaguas bajo cada brazo izquierdo, dicen que de bebé ya puñeteaba a la hermana sedosa, que obviamente traspasara esa frustración a la descendencia fraterna y que, seguramente, un orgasmo hubiera sido el brebaje que la subsanara a su forma de persona.

jueves, 10 de junio de 2010

cuencanerías



Negada la fruición se publican,

desinchados del antojo mis coterráneos,

flácidos de impulso,

iterativos en las generaciones que tienen los rubores

remojados en cloro de palidecer,

burdamente correctos y corregidos,

entorpecen sus voluptuosidades,

pobrecitos ahí engreídos de su despojo de raudales,

ciegos a la metáfora natural de los cuatro ríos: los ardorosos caudales.

Será que se comen las pasiones en lo oscuro,

allá lejos del escarnio de haberlas,

que las tienen guardadas bajo la almohada

para lamerlas cual dulce de navidad que hacen durar hasta mayo

¡qué fuera pintoresco eso!

Será que me mienten, sí eso, en abundancia,

y se desdoblan en paralelos desahogos abstrusos,

¡qué fuera feo aquello!

Será que se aguantan porque tienen enormes vejigas

¡poco saludable condición!

o que, ciertamente,

tienen en la templanza más complacencia

¡respetable circunstancia!.

Talvez se sentirán ya bastante follados ellos

por esos líderes de secta: la tarjeta plástica,

el latón prestigioso y el cambiario documento

¡qué fuera vulgar el estado ese!

(Conjeturas provisionales todas estas, de mi facultad de apetito)

Yo, siendo también nativa de la ciudad regada,

no sé por cuál pulso pude conjurar a la vida

y botada, loca de generosa ésta

me dio aún más afluentes que metaforar.

Comunico para propósitos del registro del cabildo,

que hasta ahora no necesité suicidios

como les pasa a todos los profundos

que se sacan los calzones,

que dicen nalga,

que no se confiesan los sueños si nada más han hecho que confesar

(evangelio según los catequistas y las amigas catequizadas);

no me han salido pelos en las manos

ni me he convertido en pescado,

no me han brotado tres seis occipitales, les cuento,

por más taco de sentimientos, latex, papel y otras curiosidades

que a veces me congestionan las vías de deambular,

mezcla de ingredientes esa

que según la gastronomía femenina de la zona,

no se juntan en nombre del buen nombre de la estirpe gloriosa

y que supieran a gatuperio, sabor de cholo.

Nunca me supieron a tan advertida bilis, comento,

aunque algo de verdad tiene eso de un cierto sabor autóctono

pero ¡qué es más bien sabrosa la masa mestiza!

No, no he conocido el infierno, informo,

por más intolerancias suyas que he cometido

y por más que intolerancias me brotan propias y paradójicas

para con los laicos de la conducta,

que ni siquiera llegan a legos, lejos a abates,

pero dicen comportamiento de papa.

Declamo poético denuesto contra su artificial recato,

apóstrofe en el sexo

que bendicen si no despliega el doblez de la sábana,

yo en cambio la arrebujo, !mil veces la reburujo¡

yo fui amancebada,

y madre sin anillo,

yo fume y me tatué y me perforé con gusto

sin dejar de ser hija de la ciudad que es también de mí,

soy amiga de sus moscas

y la única cruz de dedos que hago es para la indiferencia.

Con vista de microscopio,

par de ojos de acercamiento para distinguir las cosas,

con lengua de hilvanar para no dejar sueltas

las palabras merecidas y siempre descosidas de los anales,

hábiles en plácemes y terrores

ésta y otros paisanos

por suerte alteramos su crónica lacónica,

eso, verán que agradece la historia además de la comidilla.


jueves, 3 de junio de 2010

la escuela de la postrimería


"¿Quién me untó la muerte en la planta de los pies el día de mi nacimiento?
y es que mi vida ha estado marcada por la muerte".
J. Sabines.


Cuando era niña creo, estoy segura, veía fantasmas; de adolescente induje mi propia muerte y encontré el pretexto para llorar por mis vivos (a los que hoy están muertos más los lloré cuando vivían); de adulta ya me pasó esa amputación natural reiteradas veces, la espanté con auxilios cuando tuve fuerzas, la invoqué caritativa cuando ya no las tuve, la senté a esperar charlando conmigo en los hospitales, la tuve en mis manos hasta que se enfriaron los cuerpos y le encontré tantas alegorías, le encontré tantas patas de araña, le encontré tanta sustancia, le encontré tantas sinrazones; ¿o me encontró? tal vez soy una hallada de la muerte, una ahijada suya, aprendiz, alumna bajo su signo. No reniego de ella, nunca lo haría.

sábado, 1 de mayo de 2010

Ladrón de bicicletas

Desmantelaron mi bicicleta...... y yo que tenía un romance con ella, mi compañerita, mi amiguita, quedó desnuda. Este no es un ladrón de bicicletas como el de la película, no es neorealismo italiano, es realismo chileno... la mala onda!!!

lunes, 12 de abril de 2010

CUMPLEAÑOS EN MANHATTAN (Mario Benedetti a veces cansa pero hoy coincido)


Todos caminan
yo también camino

es lunes y venimos con la saliva amarga
mejor dicho
son ellos los que vienen

a la sombra de no sé cuántos pisos
millones de mandíbulas
que mastican su goma
sin embargo son gente de este mundo
con todo un corazón bajo el chaleco

hace treinta y nueve años
yo no estaba
tan solo y tan rodeado
ni podía mirar a las queridas
de los innumerables ex-sargentos
de ex-sargentísimo Batista
que hoy sacan a mear
sus perros de abolengo
en las esquinas de la democracia
hace treinta y nueve años
allá abajo
más debajo de lo que hoy se conoce
como Fidel Castro o como Brasilia
abrí los ojos y cantaba un gallo
tiene que haber cantado
necesito
un gallo que le cante al Empire State Building
con toda su pasión
y la esperanza
de parecer iguales
o de serlo

todos caminan
yo también camino
a veces me detengo
ellos no
no podrían

respiro y me siento
respirar
eso es bueno
tengo sed y me cuesta
diez centavos de dólar
otro jugo de fruta
con gusto a Guatemala

este cumpleaños
no es
mi verdadero
porque este alrededor
no es
mi verdadero
los cumpliré más tarde
en febrero o en marzo
con los ojos que siempre me miraron
las palabras que siempre me dijeron
con un cielo de ayer sobre mis hombros
y el corazón deshilachado y terco
los cumpliré más tarde
o no los cumplo
pero éste no es mi verdadero

todos caminan
yo también camino
y cada dos zancadas poderosas
doy un modesto paso melancólico

entonces los becarios colombianos
y los taximetristas andaluces
y los napolitanos que venden pizza y cantan
y el mexicano que aprendió a mascar chicles
y el brasileño de insolente fotómetro
y la chilena con su amante gringo
y los puertorriqueños que pasean
su belicosos miedo colectivo
miran y reconocen mi renguera
y ellos también se aflojan un momento
y dan un solo paso melancólico
como los autos de la misma marca
que se hacen una seña con las luces

nunca estuvo tan lejos
ese cielo
nunca estuvo tan lejos
y tan chico
un triángulo isósceles nublado
que ni siquiera es una nube entera

tengo unas ganas cursis
dolorosas
de ver algo de mar
de sentir como llueve en Andes y Colonia
de oír a mi mujer diciendo cualquier cosa
de escuchar las bocinas
y de putear con eco
de conseguir un tango
un pedazo de tango
tocado por cualquiera
que no sea Kostelanetz

pero también es bueno
sentir alguna vez un poco de ternura
hacia este chorro enorme
poderoso
indefenso
de humanidad dócilmente apurada
con la cruz del confort sobre su frente
un poco de imprevista ternura sin raíces
digamos por ejemplo hacia una madre equis
que ayer en el zoológico de Central Park
le decía a su niño con preciosa nostalgia
look Johnny this is a cow
porque claro
no hay vacas entre los rascacielos

y otro poco de fe
que es mi único folklore
para agitar como un pañuelo blanco
cuando pasen o simplemente canten
las tres clases de seres más vivos de este Norte
quiero decir los negros
las negras
los negritos

todos caminan
pero yo
me he sentado
un yanqui de doce años me lustra los zapatos
él no sabe que hoy es mi cumpleaños
ni siquiera que no es mi verdadero
por mi costado pasan todos ellos
aaso yo podría ser un dios provisorio
que contemplara inerme su rebaño
o podría ser un héroe más provisorio aún
y disfrutar mis trece minutos estatuarios

pero todo está claro
y es más dulce
más útil
sobre todo más dulce
reconocer que el tiempo está pasando
que está pasando el tiempo y hace ruido
y sentirse de una vez para siempre
olvidado y tranquilo
como un cero a la izquierda.


Nueva York,
14 de setiembre de 1959

jueves, 8 de abril de 2010

Si ese es el motivo que cometió mi hermano, presa también voy sargiento (agradecida de Violeta Parra y de ti Pablo)



El correo no tan temprano

me ha traído una carta

en ella me dice que cayó depreso mi hermano,

la carta dice el motivo que ha cometido,

por estar suelto, disjunto y disperso

es autocondenado al engrillamiento.

Yo que me encuentro tan lejos, esperando la noticia,

me viene decir la carta,

que tampoco he sido justa en el abandonamiento;

si caso esto es el motivo, presa también voy sargiento, sí.

Métame con él al cepo pa decirle que he notado

que buscarnos en la ausencia no es bronca tarea

si recordamos de nosotros

bajo el cobijo abrigado

de ser los dos quienes más saben de nos,

si vamos pa depositarnos todo completo

en las blandas fraternas manos

que nacieron con muñones

donde iban los dedos de acusación,

si vemos los cuerpos espiralados y marcados

por igual liana dura, alga de ADN, sí.

Déjeme en la misma celda sargiento

pa decirle que haga uso de esto mío

que es suyo por herencia y también por vivencia,

pa decirle que juntos somos humildemente poderosos

y por eso habrase visto la insolencia, barbarie y alevosía

de la dictadura del adormilamiento,

que por la fuerza de la confusión quiere

mantenernos unos, esparcidos, exiliados;

que no haga caso a eso que hablan de la distancia

que desde el ahora no mediremos en kilómetros

como en omisiones, sí.

Quiero volver a nuestra tierra

que ya no es de minerales ni de limítrofes mojones,

sino nuestra conversación insubordinada,

constructora, fructuosa, favorable, sí.

Voy hermano mío, que nos encarcelen a los dos

y en la prisión conjunta

podremos planear entrañable revolución.

Por suerte tengo palabras,
para llorar mi dolor,
también tengo una hermana y un hermano,
fuera del que se engrilló,
todos son revolucionarios,
con el favor de mi Dios, sí.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Land of bulls

Diremos que a los pocos dramaturgos y artistas les preocupa por la expiración del buen dejillo estético y sobre todo por eso de la cara de nada, lo dijo antes uno de ellos: tras las murmuraciones por la muerte de un juez, cara de nada; tras las murmuraciones por las muchachas muertas, igual, cara de nada. ¿Será el frío? no creo, porque otros lugares gélidos causan cara glacial ¿La lluvia? no creo porque otros lugares precipitosos causan cara pluvial. Tal vez es por el miedo a que se les vea lo uno o lo otro, qué dirán los zurdos si se ve la diestra, que dirán los diestros si se ve la siniestra, que dirán los del cultrul si se nota lo winka, que dirán los alemanes si se nota lo mapuzungun… es una estrategia de ocultamiento porque las mezclas pareciesen incestuosas, estrategia que condena a no parecer, aquí no se tiene cara de limonada ni de lo otro, peor aún de ambos. Este pueblo se vive pieza adentro, calle afuera la tierra de toros es tierra de paralización facial excepto por dos o tres osorninas que si tienen esa cara de chicha de manzana.

A dónde fueres haz lo que vieres… pero por más que ejercito el gesto, en mi cara de capulí se me pesca que no soy de aquí.

domingo, 28 de marzo de 2010

Madre, padre... lejos de Jim Morrison


-¿Father?

-yes son

-i want to kill you.

-Mother...i want you.

(The doors)


¿Por qué madre me enseñaste a amar de esta forma que me vulnera tanto? Entre el amor o la defensa escogiste lo primero para enseñar; entre matar y morir: morir; entre dañar y pelear: poner la mejilla; entre hablar y sermonear: escuchar; entre pedir y recibir: dar; entre ser y tener: regalar.

¡Los zapatos del otro o los pies descalzos, que al final todo es prestado!

Apostaste a lo más alto y me trepaste a donde hay pocos pares, a donde es solitario, tal vez te falló tu instinto de mamífero, el de incubar la sobrevivencia y es que la mayoría de madres, madre, enseñan a atacar primero. Ahora que ya no bebo de tu leche, sé que podría hacer una elección diferente, una renuncia conciente a tu escuela no ortodoxa de la ortodoxia de perogrullo, pero ¿cómo hacerlo? si ya me mostraste lo irrenunciable por perfecto, lo inevitable por paradigmático, lo abrazable por utópico, lo incontrovertible por inteligente, lo superior por divino. Ahora que soy madre hasta enseño lo mismo: más para la trascendencia menos para el mundo.

Encima, de ti padre aprendí el poder del placer y su residencia en el cuerpo, viéndote en escasez y en excesos aprendí a lavarle de culpas, a ponerlo en su justa medida, la forma justa del amor, de verte aprendí que no le es contradictorio. Imagina madre entonces qué tan deshabilitada para este mundo de egoísmo me hicieron ustedes dos, me pusieron en antagonismo; ¿no sabían acaso que aquí todo se maneja como estipendio?, el objetivo es el dominio, ganar o ganar, el querer es competencia de querer menos, el sentir es menos sentir y la victoria es abandonar al que queda amando. La realidad es diferente, madre, padre, como lo debieron haber notado, hoy por ejemplo no hay quien entienda, no hay quien acepte, no hay quien no abuse, no hay quien no ridiculice lo que me enseñaron. Ayyy padre, el resultado es esta soledad y aún más porque ustedes tuvieron la bondad de morirse.

Madre, consuélame recordando que es algo lo que voy dejando en el camino, las miguitas de Hansel, dime que voy haciendo la diferencia, que el camino largo es de más provecho, pero humanízame la recompensa que no la quiero en la otra vida y hoy estoy en mi monte de olivos. Padre dime que nadie me quita lo bailado y dime, por favor dime, que mis células no se reproducirán locas y solas dentro mío, que no moriré de cáncer por acumulación de tanto amor adentro, como ella; dime que no moriré de un aneurisma, de estiramiento de la vena por los litros y litros de sangre que la pasión bombea, como tú.

Denme alguna señal ectoplasmática de que habrá alguien que acepte mi amor, qué sea él, si es posible, que yo sé de lo que es capaz aunque él mismo no lo sepa, vaya!!!!, algún consuelo por hacer lo correcto.

sábado, 27 de marzo de 2010

Variación sobre un poema de Yehuda Amichai de Sergio Mancilla (Se pasó el profe)


¿Cómo es ser mujer? ¿Esa cavidad, tu vientre
donde nada el rocío? ¿Cómo es tener senos
y leche y el viento jugando con tu falda?

Y esas nalgas que son como dos horizontes.

¿Cómo es tener esa voz que acaricia
en la oscuridad, cuando arde el fuego
en los cuerpos, cuando se detiene el arco iris
en la mismísima sombra de los cuerpos?

¿Cómo es desnudarse desde tu cintura? ¿Qué es
esa sangre entre tus piernas, de dónde, hacia
qué mar, por qué tiene color de flores?

¿Cómo es amarme? ¿Cómo es quedar
ese olor mío en ti?

Un poco siendo el uno en el otro; un poco
mirada vertiginosa,
ciega,
caracol de un relámpago que sueña.

(de Respirar en el desfiladero)

viernes, 26 de marzo de 2010

Para hacerse leña


Todo lo melodramático si,

pasillo guayaquileño corta venas,

nuevo folk,

…me envolverán las sombras,

,,,escribiré la historia con tinta sangre

o Bjork.

Generación decapitada, si, más poético,

generación de sobredosis no, no Janis, no Kurt,

que era perdida y para el dolor hay que estar,

no grito latinoamericano que doliente y todo

siempre supo a esperanza.

Por ahora no Sabina que muy fancy,

que muy obligatorio en el círculo cool,

que se quiere dolor de verdad.

No blues que muy gospel

y se trata de alejarse de Dios.

Todo lo sufriente, dale,

Talvez algo punk.

No Marilyn Manson que muy E entreteiment.

No hard core que muy supongamos que duele.

Bolero antiguo y tango pasan,

Si violin solo… no flauta traversa.

viernes, 5 de marzo de 2010

Renovación Urbana o Caminando por Santiago Centro veo en cada esquina blocks de departamentos sobre lo que fueron casas familiares.


¡Pobres fantasmas! cómo los desestabilizan tanto, ¿a dónde van asohora a aspaventar a los vivos, a dónde van a poder cumplir con la acción y efecto de manifestarse si les derrumban la casa donde penan? o a dónde si, como a la casa de mi abuela, la convierten en discoteca. El fantasma de la casa de Todos Santos debe estar bien desorientado porque la cocina donde cada jueves se esmeraba en el ritual de sacar y meter tenedores del cajón, ahora es bodega para botellas, plásticos y ropa olvidada; la sala donde fue velado es una tarima para karaoke en la que estridentes voces licorosas chillan canciones supervaloradas: ...mujeres, lo que nos piden podemos, si no podemos no... !huac¡, imposible recrear ahí cualquier escena in artículo mortis; pobre fantasma que era el único merodeador nocturno, ahora tiene que vérselas con muchachos borrachos que en su etílica inconsciencia no distinguen la pálida transparencia. O bueno, para no ser tan light, qué tal que el ritmo de los tiempos les convierta la casa en algo más feo que una fosa común, algo como un cuartel de skin heads donde hay más pena que la pena del alma en pena.
Cada vez que paso por una antigua vivienda que el progreso echa abajo me compadezco de sus espíritus en ancla y es que ellos como yo somos los únicos que no queremos entender eso que municipalidades y constructoras explican, que nada es para siempre dicen, pero frente a lo del buen uso del terreno y la optimización del espacio y la expansión urbana vertical, ellos y yo más nos sumamos a lo del intacto mantenimiento del patrimonio arquitectónico; es por eso de tanto ladrillo sudado, de tanta deuda que costaron, de tantas veces que se abrieron y cerraron las puertas para dejar pasar y salir a la historia, ay, tantas cositas diarias, tanta realidad anciana a la que quieren dar eutanasia.
Lo que pasa es que los fantasmas y yo (que tengo simpatía por ese gremio porque de tanto conocer la muerte ya me siento fantasma adelantada) le tememos al olvido.
Pero nada, ya que el espacio urbano es vertiginosamente cambiante como lo informan Shcmklosthin y asociados (estudio arquitectónico) o Shcmklosthin y Shcmklosthin (inversiones) o Shcmklosthin del Sur (aseguradora), los fantasmas y yo hemos tenido que hacer uso de la tecnología de archivo y usar cámaras fotográficas digitales, vídeos aficionados y grabaciones de audio, ellos se aparecen ahí para poder recodar detalles necesarios en las proyecciones astrales que conforman su último lugar y yo, para registrar donde anduve imaginando historias (lo que a nadie le interesa en realidad). Fantasmas en la globalización y en el siglo XXI, pobres, ya les vienen a causar estrés.

jueves, 18 de febrero de 2010

Pedro


El único hogar posible está en tu pecho niño, en tu pecho en expansión. Impoluto es tu espacio para nosotros, justísimas tus entregas, incorruptible de olvido, claro en tus pedidos, no hay más que lo que muestras, único impostergable, única certeza, única disciplina amada, único querer no prescriptible.
No dependes más de mí uterinamente, como exclusivo contacto con el mundo, pero todavía soy el tamaño de la medida con que lo mides, lo que te ofrezco a la vista siempre estás grabando en formato para imágenes oniricamente reproducibles, mis palabras son tus futuros supuestos a comprobar, mis gestos tus códigos para interpretar todas las caras, mis caminos los que siempre bifurcarán como opción todas las vías que encuentres.
Por eso voy a seguir siendo buen paisaje sin ocultarte mis tormentas que de tanto en tanto lo modifican; por eso voy a seguir contándote mis verdades en forma de hipótesis para que el espiritú cientifico mueva tus ganas de comprobar o negar y te interrogues la existencia; por eso voy a vivir todas las sensaciones que pueda y gesticulárlas para ti, para que puedas entender a los que hablan con la cara y no con la boca; por eso voy a dejar mapas temáticos que registren en letras lo visto al andar mis senderos, para que de algo te sirvan cuando tomes decisiones de recorrido.
Eres mi único hogar posible, sacas mi único yo sin careta, eres mi único real motivo. Sin ti me disuelvo en lo que tengo dentro que es tanto y sólo tú recibes sin tratos de por medio.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Comunication skills


La extraña capacidad para considerar inocente al que no ha demostrado lo contrario le daba una posición de tabla raza frente al dialogo, cosa que muchas veces era mal entendida por el interlocutor, algunos, los menos observadores, confundían dicha predisposición con ausencia de interés común; otros, los más observadores, buscaban teorías para tal actitud cero y se perdían en ellas olvidando la materia en cuestión; pero unos pocos, interrogaban y tras la obtención de algunas claves que despejaban el encriptamiento inicial que aparenta tener lo desconocido, llegaban a entablar largas entrevistas, digamos que de tinte precomunicacional.
La extraña capacidad de colocarse en los tiempos, lugares y personas de los otros, le daba una posición de siamesismo frente al diálogo, cosa que a muchos interlocutores, a pesar de la sorpresa inicial, le causaba rápido aburrimiento (en el fondo nadie quiere que le secunden en todo, ni peor comprobar lo hastiantes que pueden ser). Otros atribuían a las palabras oídas el mismo valor lúdico que tiene el eco. Unos pocos en cambio se alegraron de poder tener un monólogo de a dos y entonces se repartían líneas por turnos, algo, digamos, de tinte preconversacional.
La extraña capacidad para escuchar le otorgaba una posición de no narrador que generalmente era entendida como vacío temático, biográfico o criterial; varios interlocutores interpretaban esta actividad como inactividad y preferían callar. La minoría lo que hacía era aprovechar para desembarcar todo la carga embodegada, lo que era, digamos, algo precoloquial.
En resumen la experiencia indica que para lograr un intercambio agradable hay que juzgar a priori, desconocer contextos personales e interrumpir de vez en cuando.

jueves, 11 de febrero de 2010

la mayoría somos de una minoría


No somos de la mayoría de la renuncia adelantada,

de la indolencia laxa, no somos de esa mayoría,

no somos de la mayoría de alegría moderada.

En el Eros subversivo, sedicioso, insurrecto somos minoría,

somos de la minoría que huele la falsía,

minoría de litúrgicas prácticas de confianza;

en la controversia audible y en la percepción de la trampa, minoría.

Ni nos sumes, ni nos restes

en tus conteos estadísticos volubles, noveleros, tornadizos,

no somos variable manipulable,

no somos informantes generosos para esos tus propósitos.

Es cuánto más rápida la dinámica de nuestros fenómenos

que tu cuantitativa y redondeante capacidad de procesamiento,

no podrás, dada su anacronía inmediata, dado su ser urgente,

validar los datos que crees que obtienes,

ay!!! observador vigilado.

Somos quórum suficiente, no gran masa,

somos aquella minoría, esa minoría y la otra minoría,

Esas, tantas que hay y que tus adiciones sustractivas

funden y confunden para poder hablar de mayorías.


Todos sus aires son buenos aires,
todo lo suyo es suficiente,
impune de imperfecciones,
impermeable a austeridades,
todos sus verbos son boatos,
emperejiladora de feed backs,
absoluta presunta inocente de sus propios juicios.

Alteza de personalísimo imperio,
autárquico gobierno de varios súbditos,
regia luce los trajes invisibles del cuento,

Se alimenta de inseguridades ajenas,
se come lambiscones,
se bebe lametones.
Ellos son de ella, su contraparte.

Diosa de sí misma.
¡Mayúscula megalómana interna!

Tuve ceguera de espejos

porque esos asoman a la maraña submariana,

a la yo sin punta de madeja.

porque descubren y no satisfacen.

Tuve miedo de escudriñar los fondos

porque la cuenca estaba atiborrada

con materias de densidad humana.

Me dejaba crecer la miopía y la catarata,

buenas guardianas del secreto

que esconde la memoria selectiva.

Mis daños estructurales se burlaban

de los divanes, las lecturas de manchas

y la libre asociación de palabras.

La piloto automático que maneja

al instinto de conservación, al de autosatisfacción

me protegía de mi misma con más fuerza que maña.

Superyo notable,

me evitaba confrontaciones con el olvido,

conciliaba con la omisión y la negligencia.

Pero cada cierre de ciclo, cada año fiscal

algunas de mis personalidades sugerían inventario,

balance de positivos e inversos, rendición de cuentas;

y no fue el psicoanálisis el que

me devolvió la vista de espejos,

It was the bad girl´s sindrome,

rehabilitación de la yo villana

que se jacta de anormal, de vulgar anomalía,

que se solaza en lo abyecto, en el común avieso,

que se sabe sanguínea, ordinaria inicua,

que se conoce descompuesta, corriente imperfección.