jueves, 8 de abril de 2010

Si ese es el motivo que cometió mi hermano, presa también voy sargiento (agradecida de Violeta Parra y de ti Pablo)



El correo no tan temprano

me ha traído una carta

en ella me dice que cayó depreso mi hermano,

la carta dice el motivo que ha cometido,

por estar suelto, disjunto y disperso

es autocondenado al engrillamiento.

Yo que me encuentro tan lejos, esperando la noticia,

me viene decir la carta,

que tampoco he sido justa en el abandonamiento;

si caso esto es el motivo, presa también voy sargiento, sí.

Métame con él al cepo pa decirle que he notado

que buscarnos en la ausencia no es bronca tarea

si recordamos de nosotros

bajo el cobijo abrigado

de ser los dos quienes más saben de nos,

si vamos pa depositarnos todo completo

en las blandas fraternas manos

que nacieron con muñones

donde iban los dedos de acusación,

si vemos los cuerpos espiralados y marcados

por igual liana dura, alga de ADN, sí.

Déjeme en la misma celda sargiento

pa decirle que haga uso de esto mío

que es suyo por herencia y también por vivencia,

pa decirle que juntos somos humildemente poderosos

y por eso habrase visto la insolencia, barbarie y alevosía

de la dictadura del adormilamiento,

que por la fuerza de la confusión quiere

mantenernos unos, esparcidos, exiliados;

que no haga caso a eso que hablan de la distancia

que desde el ahora no mediremos en kilómetros

como en omisiones, sí.

Quiero volver a nuestra tierra

que ya no es de minerales ni de limítrofes mojones,

sino nuestra conversación insubordinada,

constructora, fructuosa, favorable, sí.

Voy hermano mío, que nos encarcelen a los dos

y en la prisión conjunta

podremos planear entrañable revolución.

Por suerte tengo palabras,
para llorar mi dolor,
también tengo una hermana y un hermano,
fuera del que se engrilló,
todos son revolucionarios,
con el favor de mi Dios, sí.

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